ERASE UNA VEZ… EL CAMBIO
CLIMÁTICO
Había una vez
un oso que vivía muy contento en el polo Norte con toda su familia. Allí era
todo hielo, se podía cazar muy bien sin tener que mojarse y en verano el hielo
no se derretía.
Un día muy
caluroso de verano una capa de hielo se partió en dos y uno de los oseznos se
cayó al agua y como la madre no lo pudo agarrar, murió.
La familia de
oso se entristeció mucho. La madre que estaba con él pensó que era muy raro que
el hielo se partiera y convocó una reunión en una parte del polo para hablar de
lo sucedido.
Al empezar la
reunión la osa explicó lo sucedido. Los animales polares no se asustaron porque
decían que habría sido mala suerte; sólo un pingüino viejo y sabio explicó que
se trataba del deshielo. Les habló de lo que pasaba en otras partes de la Tierra y de que la capa de
ozono se iba a romper. Los animales se rieron de él pensando que estaba loco y
no se preocuparon del asunto.
Tres años
después la costa estaba fatal y los humanos no ponían remedio y ya perdieron la
esperanza. Mientras tanto en Nueva Cork la sociedad Green Peace estaba
recogiendo cinco mil firmas para resolver el asunto. Cuando las consiguieron
pusieron una ley de que no se podría tener coches ni aviones en los aeropuertos
y la NASA con un
aparato intentaría arreglar la capa de ozono. Y a partir de entonces en el polo
ya no hubo más problemas.
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